Maestra Yolanda Flota
Nace en el estado de Yucatán México, en una familia de nueve hermanos, su padre tuvo negocios de alimentos y bebidas y de ahí le nace el gusto por la cocina
Desde joven decidido ser independiente aprendiendo diferentes oficios como cortar el cabello para poder trabajar por su cuenta
Muy joven queda sola con tres hijos, el mayor de solo cinco años y como la mayoría de las madres en esa situación, trabaja incansablemente por sacarlos adelante
Su gusto por las flores es de toda la vida siempre procurando tener al menos un pequeño jardín en las casas donde habita.
Aprende el arte en migajón y en sus ratos libres elabora ramos florales de novias y XV años.
En 1997 tiene el primer contacto con la gelatina floral en la ciudad de México, queda impresionada con esa imagen y busca algún curso donde aprender, sin embargo, el único que encuentra tiene un costo en ese momento de $1500 dólares actuales, lo cual la impulsa a investigar por su cuenta en base a su conocimiento de otros ingredientes y materiales para desarrollar su propia técnica.
Después de cinco años a prueba y error elabora las primeras flores en gelatina siendo las rosas las más cotizadas, y de ahí recrea otras, como el girasol, la gerbera, buganvilia, alcatraz, lirio de agua, margaritas entre otras.
Su propósito siempre ha sido que la flor en gelatina se vea en forma, estructura y color lo más parecida a las naturales.
Fue tal el éxito que causo con sus gelatinas que la llevaron a dedicarse a ello de tiempo completo, primero desde su casa y luego por ocho años con una tienda especializada en una ciudad fronteriza. Donde tenía clientes de México y USA.
En esa etapa fue contantemente invitada a programas de radio, eventos públicos y privados, conferencias y congresos de repostería del norte de México.
En 2010 se muda al centro del país y por tres años se dedica a otros intereses haciendo gelatinas solo para familiares y amigos.
En 2013 aprovechando la ventana de las redes sociales se crea el grupo en Facebook de Gelatiarte artistas de la gelatina para dar a conocer su trabajo.
El grupo crece rápidamente y en base a las publicaciones de sus gelatinas es invitada a diferentes lugares a dar cursos de su técnica floral, de tal manera que inicia un recorrido de varios años que la lleva a diferentes ciudades de México, USA y Europa.
Hoy en día su curiosidad por seguir recreando flores en gelatina sigue intacta, aunque la energía ya no es la misma, y su mayor reconocimiento no está en honores o prestigiosos galardones, está en el corazón de las personas que ella ha enseñado y que les ha dejado un grato recuerdo.